viernes, 31 de julio de 2015

Los tres de West Memphis

En mayo de 1993,  West Memphis, tres niños de ocho años, Stevie Branch, Michael Moore y Christopher Byers desaparecen. 6 de mayo se localizan los cadáveres de los tres niños, situado en la zona de Robin Hood Hills.

El Departamento de Policía de West Memphis abre una línea telefónica para que los ciudadanos y posibles testigos aporten pistas que ayuden a la resolución del caso. Lo macabro del asunto suscita rumores de posibles ritos satánicos relacionados con la muerte de los tres niños.Se hace sospechas de unos jóvenes inadaptados que no encajaban con los modos y costumbres del lugar. Damien Echols,  Jason Baldwin y Jessie Misskelley, especialmente los dos primeros que estaban siempre juntos, eran considerados como unos “bichos raros”. Siendo distanciados.

La Policía de West Memphis no solicita ayuda a la policía del estado ni al FBI.  7 de junio los agentes deciden interrogar a Jessie Misskelley. Lo sitúan como retrasado. Trataban de sacarle una posible confesión que lo incriminara junto a sus otros dos amigos inadaptados: Damien y Jason. La confesión inculpada llega finalmente, pero insustancial y poco esclarecedora. Con la declaración en su poder la policía detiene a los tres adolescentes.
Los realizadores Joe Berlinger y Bruce Sinofsky obtienen permiso para filmar un documental sobre el caso y grabar el proceso judicial.

Jessie Misskelley es juzgado por separado debido a particularidades legales, ya que su declaración no puede ser utilizada contra los otros dos acusados. Tiene lugar a comienzos de 1994 queda en evidencia que la única prueba medianamente consistente es la confesión e inculpación de Jessie ante la policía. Un experto declara en el juicio que la confesión es un ejemplo típico de declaración falsa debido a coerción policial. A pesar de ello, un jurado declara culpable a Jessie y le condena a cadena perpetua.
Tres semanas después, son juzgados Damien y Jason. La Fiscalía y la Policía justifican el caso en unos supuestos rituales satánicos cometidos por los acusados. Pocas evidencias se presentan y todo el asunto se sostiene sobre la base de la confesión de Jessie. El acusado Damien Echols habla de una caza de brujas, de un nuevo Salem. Finalmente Damien y Jason son condenados a la pena de muerte y a cadena perpetua respectivamente.
El documental realizado se llamará “Paradise Lost”. Un retrato sociológico, psicológico, judicial y criminalístico. Su emisión provocó una gran conmoción y dio origen a diversos movimientos en apoyo de los tres jóvenes condenados que empezarían a ser conocidos como “Los tres de West Memphis”.


En el año 2000 se estrena “Paradise Lost 2” Se siembra la duda sobre la posible implicación de John Byers,  padre adoptivo de uno de los menores asesinados. Lo cierto es que la personalidad estrambótica y anormal de Byers, así como su pasada adicción a las drogas y comportamientos violentos para con su hijastro, posteriormente asesinado, hacen que pensemos seriamente en la posible culpabilidad de Byers.
Los abogados de los tres jóvenes encarcelados presentan nuevas alegaciones pero son todas rechazadas por el juez que llevó el caso, David Burnett.
Año 2011, se está filmando “Paradise Lost 3”. El movimiento en apoyo a “Los tres de West Memphis” logra que numerosos famosos y autoridades del campo de la criminalísticas se impliquen en su favor.

Se realizan pruebas de ADN que determinan que ninguno de los tres condenados estuvo presente en la escena del crimen. John Byers es ahora un firme convencido de la inocencia y se involucra en su favor. Las investigaciones parecen apuntar a otro familiar, Terry Hobbs, padrastro de otro de los niños asesinados. Incluso la ex esposa de este duda de él. El ADN recogido en la escena del delito le pertenece, aunque eso no lo implica definitivamente ya que puede tratarse de una transferencia secundaria. Lo cierto es que las nuevas evidencias siembran dudas más que razonables sobre la culpabilidad.


En agosto de 2011 el Tribunal Supremo de Arkansas, en una decisión salomónica y complicada legalmente, posibilita que “Los tres de West Memphis” salgan de prisión declarándose “culpables legalmente pero inocentes”. Permitiendo finalmente a los tres jóvenes recobrar la libertad y al Estado de Arkansas evitarse el bochorno de un nuevo juicio. No ha habido más detenidos por este caso.

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